La expresión latina: «alma mater» consta del sustantivo: «mater», que bien se entiende; y del adjetivo: «alma», que merece reflexión. Se deriva del verbo latino «alere», que significa alimentar, nutrir, fomentar, favorecer, alentar, aumentar, engrandecer.
Por Luis Eguiguren. 29 noviembre, 2021. Publicado en El Tiempo, el 28 de noviembre de 2021.Cicerón lo usa con sentido de «alimentar esperanzas» y «fecundar el ingenio». Para Tito Livio en «la esperanza fortalece», alma es «fortalecer».
La institución educativa emblemática San Miguel ha cumplido, en setiembre de este año, su 186° aniversario como alma mater de Piura. Testimonio de su carácter de «alma mater» lo tenemos en el libro: «San Miguel Miscelánea del Alma Piurana 1936-1940» que, en la colección Cuadernos de Piuranidad, nos ha legado el estimado don José Estrada Morales. Las vivencias que evoca, protagonizadas por prominentes educadores, con quienes alternó en el plantel —cuyas reseñas incluye—, mueven a un sano orgullo por la emblemática institución educativa.
Entre quienes han sido alumnos del San Miguel, ha sido declarado su Hijo Predilecto, el 3 de diciembre del 2005, Luis Antonio Eguiguren Escudero (1887-1967). Fue consecuente con lema del escudo sanmiguelino: «Trabajar, estudiar y vencer». Lo hizo «Ad maiorem Dei gloriam» según él mismo ha querido dejarlo, esculpido, sobre su tumba del Cementerio San Teodoro.
Don José Estrada, en su libro sobre Luis A. Eguiguren, en «Cuadernos de Piuranidad», escribe:
Como buen piurano se educó en el Colegio San Miguel, Alma Máter, y mantuvo a través del tiempo ilusiones y recuerdos muy gratos de sus maestros.Se formó en San Miguel, reconociendo a través del tiempo la labor pedagógica de sus maestros, especialmente del Dr. Manuel Maticorena, fundador de la Escuela de Ingenieros, distinguido matemático y geómetra. Le duele haber interrumpido la correspondencia con “Mi querido maestro… que siempre me dispensó un cariño que comprometió mi gratitud”, como lo recuerda en misiva fechada el 8 de febrero de 1918, dirigida al hijo del profesor y amigo Dr. Víctor M. Maticorena.
Incluye, el mismo libro, palabras de don Miguel Maticorena:
Siempre que le veíamos en su casa, (…) recordábamos nuestra tierra. Hacía memoria de sus maestros, profesores del Colegio de San Miguel, como los doctores Espinoza, Burga, Larrea, Manuel Maticorena. Siempre mencionaba a sus condiscípulos como el general Sánchez Cerro, al ilustre prelado cataquense Monseñor Aurelio M. Guerrero, Arzobispo de Trujillo; a don Miguel Castro Saavedra.
En el Bicentenario de la Independencia del Perú: ¡Feliz 186° aniversario, glorioso San Miguel!